Vivimos la era de la globalización. Todos
estamos conectados, las formas de comunicación han cambiado a una
velocidad vertiginosa ya sea con personas desconocidas o con tu propia familia,
ya no nos reunimos para organizar eventos, los creamos a través de las redes
sociales. Todo aquel que piense que la sociedad va a cambiar se equivoca,
ya lo ha hecho; Facebook
cuenta con 800 millones de usuarios y Twitter
con 100 en Noviembre de 2011. Todos tenemos algo que decir o preguntar y al fin
tenemos las herramientas que nos hacen posible tener voz.
Con este panorama no es de extrañar que también se
hayan creado nuevas formas de organización empresarial en las que todo
el que quiera pueda participar en una idea o un proyecto.
A través de varias herramientas como el Crowdsourcing, un modelo de resolución y producción de
problemas, las empresas pueden aprovechar el talento común dando
a conocer a los usuarios una serie de problemas mediante una convocatoria
abierta para que estos encuentren una solución. Una vez encontrada, esta
pasa a ser de la entidad que propuso el problema en primer lugar.
Bajo este
modelo del crowdsourcing, una institución traspasa una función
que antes cumplían los empleados hacia una amplia red de personas anónimas que
han sido contactadas públicamente a través de Internet. En esa red pueden
participar, por ejemplo, científicos 'de garaje', trabajadores
independientes o vídeo-aficionados que utilizan su tiempo libre para
resolver problemas, diseñar nuevos productos o crear un contenido nuevo.
"Las compañías están tomando mayor ventaja de una masa global que es más
inteligente, más productiva y está más conectada", asegura Jeff Howe, periodista de Wire
y el hombre que acuñó el término.
Además, también
distingue entre cuatro tipos de estrategias de crowdsourcing:
- Crowdfunding: nuevo método de
financiación colectiva mediante el cual se crea una red de personas para
conseguir dinero u otros recursos, se suele usar Internet para poner en
contacto a aquellas que posean una idea con otras que quieran ayudar.
- Crowdcreation: aplicado al
diseño gráfico. Normalmente se crean concursos para que los usuarios
desarrollen diseños ya sean estos de automóviles, un logo o una imagen
corporativa.
- Crowdvoting: en este caso, los
usuarios o clientes de una empresa deciden qué quieren. Es decir, si los
clientes de una empresa decoradora piden un tipo de mesa, esta la produce
o, como sucede en un equipo mexicano de fútbol en el que los aficionados
pueden decidir quiénes formarían el 11 titular, los cambios, etc. en un
partido.
- Crowdwisdom: se ha demostrado
que muchas veces que un conjunto de personas puede responder a una
cuestión con más precisión de lo que lo haría un solo experto. Por tanto,
es un sistema de preguntas y respuestas mediante el cual los usuarios
responden a dudas de otros usuarios. Ejemplos claros de este método son
Yahoo! Respuestas y Wikipedia.
En
algunas ocasiones el trabajo está bien recompensado mediante
dinero o reconocimiento, aunque en otros casos la única compensación es la
satisfacción intelectual. Eva Missling, a través de una investigación de más de 700 muestras
afirma que "más del 55% de nuestros creativos indicaron como factor de
motivación el mostrar su talento creativo, siendo casi el mismo porcentaje
(52%) que quienes marcaron como buen incentivo el que el proyecto les interese
personalmente. La motivación económica es importante para un 55%”.
La tendencia
muestra que las empresas se benefician de este nuevo modelo de trabajo, ya que
les supone un gran ahorro económico y de recursos. Aunque en muchas ocasiones
el usuario también se ve recompensado, a veces no es suficiente y es por ello que
se critica este método. ¿Debería existir algún tipo de regulación para las
empresas? ¿Un contrato “en línea” que proteja las ideas de los usuarios?
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